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Bosch

Mobbing en la administración

El precio original era: $49,30.El precio actual es: $41,91.

El mobbing en la Administración es una tragedia humana que se permite y se consiente como un medio de neutralizar a empleados que resulten incómodos para el directivo de turno, por diversas razones, unas más confesables que otras. Hablar de mobbing administrativo es hablar de mobbing laboral. Ambos persiguen idénticas finalidades: la destrucción del hombre en su dimensión laboral-intelectual primero y la expulsión, después, del centro de trabajo. Pero las consecuencias no se limitan a la si… El mobbing en la Administración es una tragedia humana que se permite y se consiente como un medio de neutralizar a empleados que resulten incómodos para el directivo de turno, por diversas razones, unas más confesables que otras. Hablar de mobbing administrativo es hablar de mobbing laboral. Ambos persiguen idénticas finalidades: la destrucción del hombre en su dimensión laboral-intelectual primero y la expulsión, después, del centro de trabajo. Pero las consecuencias no se limitan a la simple relación jurídica que vincula al funcionario con su Administración. Sus efectos tóxicos se trasladan a su ámbito social y sobretodo, al familiar, provocando daño moral y en el mayor número de ocasiones, daño psiquiátrico. Porque en suma se le hipoteca un futuro sin mayor motivo y razón, destruyendo un presente por una persecución extrema, silenciosa. La burocracia mal empleada como sistema de organización, tiende a extremar estas conductas reprobables porque se construye sobre la autoridad y jerarquía, creando situaciones asimétricas de poder: dominación del funcionario directivo sobre el funcionario dominado, a voluntad propia o a golpe de expediente disciplinario. La falta de Códigos Éticos en nuestras Administraciones Públicas, sea porque no existen, sea porque son testimoniales, no impiden estas actuaciones. Las inercias de poder siempre tienden a proteger al funcionario directivo prescindiendo del subordinado. Junto al miedo, como estrategia gestora, dibujan una Administración insolidaria con los perseguidos…el instinto de conservación impide complicidades que puedan resultar perjudiciales. El aislamiento se erige en compañero diario en esa dura tempestad. En plena efervescencia de los Derechos humanos, de la Ética de Tercera generación, de la Responsabilidad Social Corporativa, el mobbing es un anacronismo que surge de voluntades anquilosadas, impenetrables por las nuevas formas de gestión construidas sobre el capital humano en la organización, fuerza motriz de todo el Sistema. La Nueva Gestión Pública se erige sobre el respeto a la dignidad de la persona y sobre una concepción horizontal, menos vertical, en el ejercicio de potestades directivas que mal empleadas no divergen en mucho de lo que hoy cabe entender como tortura psicológica. Ampliamente estudiada en la Ciencia del Derecho Penal

Modelos de polícia. Hacia un modelo de seguridad plural

El precio original era: $50,70.El precio actual es: $43,09.

La función policial viene definida por tres actores: el poder político, los profesionales que la llevan a cabo y el público al que va destinado el servicio. En función del actor que predomine nos aparecen los tres modelos básicos y clásicos de policía: el gubernativo, el profesional o el comunitario. Los tres modelos han llevado a cabo contribuciones relevantes al buen ejercicio de la función policial a la vez que los tres han mostrado lagunas y aspectos susceptibles de mejora. En las últimas décadas, la entrada en la agenda política de la policía y la seguridad ha provocado la aparición de múltiples estrategias y metodologías que pretendían mejorar la eficacia de la policía en diversos aspectos y que han constituido aportaciones importantes al trabajo policial, pero que no constituyen una nueva concepción de la policía. Por otra parte, en los últimos tiempos la policía se ha visto desbordada por la demanda de seguridad y han aparecido otros actores secundarios que se han mostrado como necesarios para la garantía de la seguridad. La entrada de todos estos actores plantea la necesidad de la definición de un nuevo modelo, la seguridad plural, que reformule las legitimidades y la finalidad de los anteriores.

Ordenación del territorio, urbanismo y protección del paisaje

El precio original era: $136,77.El precio actual es: $116,25.

El importante desarrollo económico y urbanístico, acompañado de un fuerte crecimiento demográfico de los años iniciales del Siglo XXI, han generado, en las últimas décadas, una ocupación excepcional del territorio y un proceso de ocupación del suelo, en muchas ocaciones de imposible reversión. Desgraciadamente, los paisajes españoles y especialmente los del litoral, han conocido con excesiva frecuencia estos procesos de degradación y banalización de difícil vuelta atrás. En este sentido, la extensión desmesurada y poco ordenada de la urbanización, el impacto de determinadas infraestructuras en el medio ambiente, el abandono de la agricultura, de la silvicultura y de la ganadería, la degradación de algunas áreas urbanas y la sobrefrecuentación de algunos parajes, han contribuido a dichos procesos, que ponen en peligro los valores ambientales, culturales e históricos que el territorio y particularmente el paisaje, han representado para la sociedad. Esta falta de sensibilidad hacia los referentes paisajísticos más básicos de un territorio, repercute directamente en la identidad simbólica y real de los hechos presentes en cualquier ciudad y región e impide el máximo aprovechamiento y disfrute de sus recursos paisajísticos, todo ello sin perjuicio de la inevitable tendencia a diluir los rasgos específicos del paisaje, generando una cierta ruptura entre las sociedades locales respecto de sus referentes territoriales. La crisis del paisaje, no es más que uno de los síntomas de la crisis contemporánea que aqueja la relación entre sociedad y naturaleza y frente a esta situación, la importancia del reconocimiento, la ordenación y la protección del paisaje como bien de interés público, se constituye como una responsabilidad, no sólo de los poderes públicos, sino de todos los ciudadanos y del resto de los agentes que actúan sobre el territorio. En este sentido, el aumento del interés del ciudadano por el paisaje, hay que incardinarlo en el avance general de la conciencia ambiental y, por tanto, no es azar que la cuestión paisajística emerja con fuerza coincidiendo con el debate abierto sobre el gobierno del territorio. Expuesto esto, desde el punto de vista de la acción, el emergente entendimiento territorial del paisaje por parte de los ciudadanos exige una compromiso firme y decidido de estos en las nuevas políticas públicas de gestión, ordenación y protección del paisaje tanto de la ciudad histórica, del paisaje singular o exótico y en el última instancia del territorio en si mismo.

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