El derecho romano es, indudablemente, incompleto. Admite la esclavitud, desampara a los pobres, a los enfermos y a los proletarios y dista mucho de hacer reinar una igualdad perfecta entre los hombres. Pero, ¿qué nos impide completarlo? De la misma manera que los romanistas medievales podaron sus partes muertas e inútiles, podemos nosotros continuar enriqueciéndolo. Ello no es razón suficiente para socavar sus bases, que son fruto de una rica experiencia y responden a sanos principios.
Un neoliberal llamado Jesús
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Prólogo; todo comienza por flechazo; paciente socialista no quiere morir, electroencefalograma queda plano; separación iglesia y estado; evangelio y riesgo; evangelio y noción valor; evangelio y riqueza; evangelio y justicia social; evangelio, trabajo y propiedad; evangelio, capital y derecho propiedad; evangelio, inversión y renta; evangelio y endeudamiento; evangelio y contrato; cuando una roca cambia curso de un río