La investigación es un largo y duro proceso cuyos resultados se publican normalmente en revistas científicas, de ordinario a través de artículos breves y concretos, en los que la redacción o expresión formal cuenta poco, incluso muy poco, siempre y cuando sea inteligible. Por otra parte, la investigación en sí misma considerada carece del concepto esencial de «obra». Esta realidad plantea importantes interrogantes jurídicos a los que se trata de dar respuesta en este trabajo. Bajo esta perspectiva se examinan los contornos de la propiedad intelectual sobre la participación de los directores en las tesis doctorales. También desde este prisma, se analizan formas novedosas de tesis doctorales, tales como las compendiadas con artículos de investigación escritos en coautoría, o fruto de contratos de investigación realizados con empresas que someten a sus investigadores a rígidas cláusulas de confidencialidad, enfrentándose de este modo a los criterios comunes de divulgación y comunicación pública que caracterizan la investigación en general y las tesis doctorales en particular.

La figura del autocontrato constituye el objeto de estudio del presente trabajo. Es de advertir que esta institución se encuentra muy poco estudiada en la literatura jurídica mexicana a diferencia de lo que se encuentra en la doctrina extranjera, por lo cual al comenzar a realizar este trabajo se planteo dos objetivos principales, el primero es hacer una breve pero ejemplificativa exposición monográfica de la institución abarcando tanto el ámbito de la doctrina extranjera como el de la nacional y la influencia que ésta ha tenido en el derecho positivo de diversos estados y el segundo es a aportar los elementos necesarios para la regulación de la institución en el Código Civil vigente en el Distrito Federal.